Ya se ha publicado el plan editorial de 2025 para empezar a publicar DC de nuevo en nuestro país.
Era un secreto a voces, pero ya es oficial. Y es que, desde algunos meses atrás, ciertos libreros de toda España empezaban a avisar que algo no andaba bien con ECC, la editorial responsable de los cómics de DC desde 2012 hasta ahora. Los consecutivos retrasos de las sucesivas novedades hablaban por sí solos.
Febrero ha sido el mes elegido para el primer comunicado de Panini, la editorial en posesión de los derechos de DC de ahora en adelante. Es también la encargada de publicar los tebeos de Marvel, por lo que puede decirse que ostentará el monopolio de los superhéroes.
Esto no es algo nuevo, pues en países como Italia también se publican ambas editoriales se forma conjunta, sin las rivalidades con las que a menudo se las asocia. Sin embargo, ¿qué supondrá esto en España? Y lo más importante: ¿en qué consistirá el plan editorial de DC?
El plan editorial de DC Comics en España
Este listado con todos los títulos y colecciones que se irán publicando a lo largo de 2025 ya está disponible en la página web de Panini, pero, para agilizar la lectura, se repasarán aquí los aspectos más interesantes de este plan.
Uno de los puntos fuertes es la apuesta por el Universo Absolute, que reinventa a los personajes de Superman, Batman y Wonder Woman con talentosos equipos creativos y un statu quo remodelado. Las tres series se publicarán en grapa, precedidas por el evento Poder Absoluto y el especial All In, que sientan las bases de este nuevo universo.
En general, la grapa (o comic-book en inglés) es uno de los pilares de este nuevo plan editorial, recopilándose mensualmente las principales series de DC, como Action Comics y Detective Comics. De forma trimestral llegarán algunas más secundarias, como Green Arrow o la Sociedad de la Justicia de América, recopiladas en pequeños tomos con lomo.
Otra de las apuestas más prometedoras recibe el nombre de DC Premiere, y sigue los pasos de sus homólogos, los Marvel Premiere. Al igual que estos últimos, servirán para recopilar en tapa blanda las mejores series de tiempos recientes. Colecciones como la premiada Nightwing de Tom Taylor y Bruno Redondo o Batman/Superman: World’s Finest aparecerán en esta colección.
Por otro lado, el sello Black Label servirá para recopilar historias unitarias, dirigidas en algunos casos a un público adulto o con pretensiones más artísticas. Personajes secundarios como Zatanna o Jenny Sparks protagonizan algunos de estos interesantes tomos venideros, de precio algo más elevado debido a la tapa dura.
En cuanto a tomos recopilatorios de mayor grosor, destacan dos. Uno es Biblioteca DC, centrada en grandes etapas como el Superman de John Byrne o el Green Lantern de Geoff Johns. También destaca el DC Finest, que, emulando el éxito de los tomos americanos, recopilará historias emblemáticas de corte más clásico, en volúmenes pesados.
Uno de los formatos más esperados es DC Compact, que se ha convertido en todo un fenómeno superventas en su Estados Unidos natal gracias a los anuncios cinematográficos de James Gunn. Y es que estos pequeños tomos de tapa blanda ofrecen grandes historias a un precio sumamente económico, por lo que son indispensables tanto para neófitos como para veteranos. Arrancará con historias míticas como Superman: Las Cuatro Estaciones y JLA: El Clavo, pero también ofrecerá algunas más desconocidas como Canario Negro y Zatanna: Hechizo de Sangre.
La apuesta por el cómic infantil y juvenil seguirá siendo grande, así como por el tebeo más adulto, con la línea Vertigo a través de clásicos como La Cosa del Pantano de Alan Moore o Animal Man de Grant Morrison, generando así un catálogo bastante completo.
El plan editorial de DC que ha presentado Panini promete apostar por formatos más complacientes para los lectores jóvenes, pero recompensando también a los más añejos a través de grandes reediciones de clásicos. Sea como fuere, queda ver si funcionará tan bien en la práctica cuando arranque a partir de abril.
Es oficial: Panini se hace con los derechos de DC Comics en España. ¿Y ahora qué?
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