Una entrevista de Paco Gil
Fotografías Raúl Díaz
Entrevistas en ‘primera persona’
A José Luis Jaime siempre le ha apasionado montar en bici y competir, pero si de algo se siente especialmente orgulloso es de la promoción que desde la Peña Ciclista Dos Hermanas Gómez del Moral, de la que es su presidente desde hace ya algo más de veinte años, se viene realizando de este deporte y de su Escuela de Ciclismo, de la que saldrán los ciclistas del futuro.
José Luis Jaime Rodríguez nació en Dos Hermanas hace ya 60 años. Sus padres vivían por entonces en el Barrio Pachico. Se trataba de César Jaime Fernández, fallecido el pasado 8 de agosto a la edad de 85 años, y de Rafaela Rodríguez Dorado, natural de Morón y fallecida también recientemente a la edad de 84 años. Hasta entonces, el único antecedente familiar vinculado al mundo del ciclismo fue un hermano de su padre, Benito, que llegó a correr en carretera, aunque José Luis no lo llegara a conocer porque falleció precisamente en una llegada a meta tras atravesarse una persona del público y causar un accidente que le costó la vida. Esto ocurrió en La Luisiana, el pueblo precisamente donde nació su tío y su padre.
César y Rafaela tuvieron seis hijos, de los que los tres varones, José Luis, Rafael y Benito, fueron ciclistas aficionados. Su padre trabajó de camionero, habitualmente cargando tierra en la Base de Morón, y en una de esas cargas fue cuando conoció a su esposa, quien era hija del por entonces capataz de El Arenoso. El caso es que al final acabaron recalando en Dos Hermanas, a donde César llegó como capataz de El Nevero. Luego, ya en 1964, estuvo trabajando en el montaje de Cerámicas Bellavista, empresa donde siguió empleado hasta que se vio afectado por una de las regulaciones de empleo. José Luis se encuentra casado con Pilar Manzano Calvente, con quien tiene dos hijos, Alberto y Anabella.
“Yo entré en el mundo de la bicicleta a través de José Sánchez Moreno, cuyo hijo Francisco es hoy precisamente secretario de la Peña”
“Yo, como muchos en aquella época, estudié hasta la EGB, porque ya fue cuandoempecé a trabajar con mi padre, que como autónomo que era tenía su propio nombre, y que luego pasó a llamarse César e Hijos y más tarde Metal Mecánica, empresa que continúa en marcha y donde, además, yo sigo trabajando. Un de las cosas curiosas que nuestra familia es que mientras mi padre era sevillista, el resto de la familia éramos béticos [se ríe]”.
“Yo entré en el mundo de la bicicleta a través de José Sánchez Moreno, cuyo hijoFrancisco es hoy precisamente secretario de la Peña, y lo hice porque les empecé acompañando a ver carreras, hasta que más tarde me acabaron sacando una licencia. Recuerdo que esta persona fue la que me prestó su bicicleta y hasta su ropa de ciclista,porque yo por entonces no tenía nada. Y lo que me llamó la atención al principio del ciclismo fue que era un deporte muy bonito. En mi casa tuvimos antes la típica bicicleta de paseo, que teníamos que compartir todos los hermanos. Y con esa primera bicicleta de carreras que me regaló José Sánchez estuve hasta que me pude ya comprar unapropia. Y además de las carreras recuerdo que lo que más me llamó la atención era el buen ambiente que había entre todos, con gente como Campaña, Isabelino, Rogelio y muchos más, en una época en la que además creo que había más seguidores que hoy y hasta más apoyo”.
“Por aquel entonces entrenábamos con José Sánchez Alonso ‘El Largui’ y hasta teníamos a un preparador físico, que era conocido como ‘Regateiro’. Y mis primeras pruebas las corrí allá por el año 1963. Cuando yo entré la Peña, ésta ya existía, aunquecon el actual nombre está desde el año 1970, siendo su presidente José Sánchez Gutiérrez, que entró con un equipo integrado por Rafael Márquez, El Niño Rey y Sánchez Alonso, entre otros. Por aquella época, entre todas las categorías, podríamos ser en la Peña unos veinte ciclistas. Y recuerdo que la primera bici que me compré fue una Macario. Dependiendo de la categoría, pero nosotros, de niños, entrenábamos algunas veces cogiendo carretera en dirección a Alcalá de Guadaíra, pasando por Oromana, o bien por la carretera de La Isla hasta la Venta de El Acebuche. Y ya de cadete cogíamos para El Coronil u otros lugares más lejanos. En aquella época, la suerte que teníamos es que no había mucho tráfico, mientras que hoy, salir a la carretera supone un peligro por la cantidad de tráfico que pasa”.
“La primera carrera en la que competí se celebró aquí en Dos Hermanas. Se desarrolló por la calle Cristo de la Vera-Cruz”
“La primera carrera en la que competí se celebró aquí en Dos Hermanas. Se desarrolló por la calle Cristo de la Vera-Cruz, entre algunas calles próximas, y era un circuito corto que se desarrollaba por el mismo pueblo. Pero es que yo he corrido carreras que se han desarrollado por zonas del pueblo como la calle Real, antes de que fuera peatonalizada, El Arenal, Canónigo y vuelta a la calle Real. Yo era un tipo de ciclista más bien llanadory con algo de fondo, pero cuando llegábamos a la montaña o cando había que hacer sprint, ya eso no se me daban tan bien. Y es que lo mío era la constancia. Recuerdo que cuando estaba en la categoría Infantil, llegué a ganar el Campeonato Provincial de Sevilla, una challenge de cuatro o cinco carreras que se llevaba el que acababa sumando más puntos. Y otro de los circuitos, uno de los más populares de por entonces en Dos Hermanas, era uno que pasaba por la Avenida de Reyes Católicos, Carlos I de España y Los Pirralos, cuyo recorrido se ponía impresionante de público. Pero ya hoy, cuando queremos celebrar una carrera, nos desplazan mucho de este tipo de recorridos por eso de no influir mucho en el tráfico, y, claro, a esas carreras ya no va mucho poco público”.
“Yo nunca tuve la oportunidad de hacerme profesional, entre otras cosas porque ya de juvenil decidí dejarlo porque tenía que trabajar y porque más tarde o más temprano tenía que hacer la mili, aunque algunos compañeros míos sí subieron un poco más a equipos destacados de entonces, como era, por ejemplo, Yoplayt. Para ser profesional hay que tener muchas facultades, pero recuerdo que a esos que subieron a algunos equipos, resulta que luego les ganaba yo. En esto, como en otras cosas, depende mucho de las puertas que se te abran. Pero lo mejor del ciclismo, al menos en Dos Hermanas, es la gran camaradería y compañerismo que hay, algo que nuestra Peña siempre ha cuidado y siempre ha sido bien visto por todos los sitios por donde hemos ido. Yo recuerdo, por ejemplo, de ir a correr a Jerez, a donde venían lógicamente nuestros padres, y de allí volvíamos de noche porque siempre había alguien que nos invitaban a ir a un campo o a una bodega; lo mismo que cuando íbamos a Bollullos del Condado o a otros sitios. Y es lo mismo que tratamos de hacer con nuestra Escuela, donde acogemos a corredores de Lepe, Pilas, El Viso… Y eso es así porque nos conocen y les gusta el ambiente”.
“El ciclismo de competición es un deporte muy duro. Yo siempre he mantenido que es de los más duro. A mí me han discutido muchas veces que si el fútbol o no sé qué, pero si te fijas, un futbolista se para mucho a lo largo de un partido, pero un ciclista no puede nunca dejar de darle a los pedales, porque si no lo hace, ya no ve más nada. Y hoy en día en categorías profesionales se corren doscientos y pico de kilómetros, con puertos de montaña, y al día siguiente te tienes que levantar porque hay otra etapa”.
“En Sevilla, casas comerciales que hayan apoyado a equipos ciclistas, no hay muchos desde luego. Y eso que por aquí hay también mucha afición”
“Cuando yo empecé a correr el bicicleta, mis ídolos eran Sean Kelly, Tevenet, Blanco Villar…, la verdad es que había mucho surtido y muchos equipos españoles, como La Casera, Reynolds, Orbea, Kas, donde por cierto corrió Gómez del Moral, cuyo nombre lleva nuestra Peña y que fue campeón de España y el primer vencedor del Tour del Porvenir; mientras que ahora solo hay un equipo. Lo que sí es verdad es que en el norte de España se practica más ciclismo que en el sur. Pero en esto yo creo que influye mucho la forma en la que se lleva el ciclismo en esa zona, el apoyo que reciben los clubs de las federaciones y, sobre todo, de las marcas publicitarias, porque las empresas fuertes que suelen patrocinar a equipos ciclistas suelen estar radicadas de Madrid hacia arriba. En Sevilla, casas comerciales que hayan apoyado a equipos ciclistas, no hay muchos desde luego. Y eso que por aquí hay también mucha afición, como ya le he comentado en alguna ocasión a la delegada de Deportes. Y contra esto no hay nada que hacer. Antes, todos los ciclistas que había en Dos Hermanas pertenecían a nuestra Peña, pero se empezaron en un momento determinado a hacer muchas ramificaciones, para tener ellos su ego particular y, sobre todo, como yo digo, para hacer daño al ciclismo, porque ellos piden apoyo publicitario para que sus ropas les salgan gratis y yo pido para vestir a los niños, de forma que lo que han hecho es dividir”.
“De todos los compañeros que he tenido en el Club, siempre ha habido algunos que destacaron, como uno que era de Carmona pero que estaba con nosotros, José Sánchez Valencia. En el caso del primero, empezó a subir hasta que lo ficharon para el ‘ÁvilasRojas’, luego el ‘Huesitos’ y el ‘Caja Rural’. Y ‘El Canano’, como yo le digo, estuvo en varios equipos del Norte de España, como ‘El Mesón La Cueva’ e incluso estuvo a punto de pasar al Festina, pero sufrió poco antes una caída y se estropeó la operación. Estos ciclistas son de mis tiempos, de los que competían conmigo en categorías inferiores. En mi caso, yo lo dejé cuando era juvenil, porque estaba trabajando y porque estaba a punto de entrar en la ‘mili’, además de que ya en esa categoría había que aplicarse más. Y ya no volví a retomarlo hasta que tuve 38 ó 39 años, que fue cuando empecé a competir en las categorías máster. Fue entonces cuando también volvieron de nuevo algunos de los que habíamos corrido antes, y empezamos a competir en veteranos. En todo este tiempo llegué a ganar algunas carreras. Recuerdo una especialmente de cadete en la que Isabelino, un ciclista también de Dos Hermanas, y yo corrimos con ciclistas de Monroy y Yoplayt; pues resulta que yo me escapé y la gané a todos. Me acuerdo sobre todo porque en esa época había dinero y que cada meta volante tenía un premio de 500 pesetas, y como había cinco, pues gané 2.500 pesetas, más las 2.000 pesetas del primer clasificado, algo que para mí era una fortuna”.
“Uno de los circuitos que más me ha gustado siempre ha sido el de El Coronil, porque no es un circuito duro y además es muy bonito”
“Yo todavía conservo el cuadro de mi primera bicicleta, a la que cada año le cambiaba los frenos, la biela o los juegos de ruedas. Y hoy en día, el ciclismo casi se puede decir que es un deporte caro si alguien quiere irse a una bicicleta buena. Por eso intento cobrarles lo mínimo a los niños o niñas que vienen a nuestra Escuela, a los que, a cambio, les damos la ropa, les sacamos la licencia… Porque esto no es como en el fútbol, ya que mientras que con un balón juegan veintidós chavales, una bicicleta medio qué se te puede ir a los 3.000 ó 4.000 euros”.
“En estos momentos, por las circunstancias familiares que he vivido, llevo alrededor de un año y algo sin coger la bici, pero antes la cogía casi todas las tardes y, sobre todo, los fines de semana, que era cuando uno se pega la galopada más grande. En uno de estos días hacíamos mínimo unos cien kilómetros, aunque con la edad yo he ido haciendo algunos menos. En mi caso, uno de los circuitos que más me ha gustado siempre ha sido el de El Coronil, porque no es un circuito duro y además es muy bonito. Precisamente, uno de los problemas de que de aquí no salgan ciclistas es que no se organizan pruebas en línea en carretera, que es lo que un ciclista siempre quiere porque es donde puede desarrollar sus cualidades. Esta es sin duda una de las asignaturas pendientes con las que contamos en Andalucía, y que se nota cuando subimos a otras partes de España,donde vemos que sí están acostumbrados a coger carreteras”.
“Mis responsabilidades en la Peña empezaron cuando yo tenía los 39 años de edad, estando Rafael Márquez Campaña de presidente, y en cuya junta directiva entré de vicepresidente, de forma que ya llevo unos veinte aquí. Y a los dos años, Rafael, que estaba ya mayor, se echó un poco al lado y fue cuando entré yo de presidente…, y hasta la fecha de hoy. Hace ya mucho tiempo, un delegado de Participación Ciudadana, Raúl Gil, me dijo que cuando se iban retirando los mayores, se empezaban a cerrar centros y asociaciones porque nadie quería esforzarse por los demás. Y en mi caso, y en el del secretario, lo que está ocurriendo es lo que nos inculcaron en su momento los mayores: que hay que seguir manteniendo esto”.
“En Andalucía, todos los clubs admiran la forma en la que llevamos nuestra Escuela de Ciclismo”
“Nuestra Escuela de Ciclismo empezó hace unos quince años con algunos de los hijos de aquellos compañeros que, como yo, estábamos en la categoría máster, y la verdad es que la experiencia resultó fenomenal y además nos está dando muchas alegrías. En Andalucía, todos los clubs admiran la forma en la que llevamos nuestra Escuela, sin coste para los chicos y chicas y, además, con más corredores que ningún otro club. Nosotros hemos llegado a contar con hasta sesenta o setenta niños y niñas, que en ciclismo es una barbaridad, y ahora estaremos en unos veinte o veinticinco, aunque también tenemos en estos momentos un equipo cadete, a los que este año hemos llevado a vueltas por Extremadura, Murcia, Portugal…, además de competir en campeonatos deEspaña en pista, y algunos de ellos hasta han sido seleccionados”.
“La Peña cuenta en estos momentos con unos 180 socios. Es verdad que yo he llegado a contar hasta más de 300. Y para mantenerlo contamos afortunadamente en este momento con el patrocinio de Ameral. Recientemente hemos tenido algunas ayudas de consorcios como el de la Agenda 2030 y, anteriormente, de empresas como Prior, Valiente o Calderón. La verdad es que cuesta mucho conseguir patrocinadores, y es que para que hoy en día te patrocine alguien, suele ocurrir porque el dueño de la empresa tenga una relación importante con el ciclismo; si no, es mucho más complicado”.
“Nosotros siempre tratamos de ayudar a los demás, de forma que cuando hay pruebas en Dos Hermanas. Los acogemos como si estuvieran en su casa”
“Lo que sí es cierto es que Dos Hermanas tiene un nombre con mayúscula en el mundo del ciclismo en Andalucía, porque somos de los clubs más importantes. Yo soy muy contrario a la política de la Federación Andaluza de Ciclismo, hacia la que muestro mi oposición en algunas ocasiones a través de las redes sociales, y cuando responden, la mayoría salen a decirles que lo que tienen que hacer es aprender de la Peña de Dos Hermanas, especialmente de su Escuela y de su promoción del ciclismo. Y todo viene por cómo tratamos a los chavales y chavalas, porque se les ve contentos, que disfrutan del ciclismo y que se lo toman como un juego, además de que nosotros siempre tratamos de ayudar a los demás, de forma que cuando hay pruebas en Dos Hermanas. Los acogemos como si estuvieran en su casa y se les facilita todo lo posible. Y cuandoven el resultado de la Escuela, que lleva ya mucho tiempo cuando en otras provincias se crean y a penas si duran un par de años, pues se dan cuenta del trabajo que hacemos. Y, verás, yo soy ciclista, lo mismo que el secretario, además de los que están con nosotros. Nosotros somos además los organizadores de la prueba más importante que se celebran en Sevilla, como es el caso de la clásica de Santa Ana. Por ejemplo, la que hemos celebrado este año en la categoría cadete, ha sido la única en Andalucía, y a la que vinieron además equipos de toda España. En cuanto a la Federación, lo que pensamos nosotros es que no va bien, que no llevan una línea de promoción y lo único a lo que van es a pruebas de público. Un tiempo atrás hubo un apogeo con el ciclo turismo, que al final ocupaban mucho tiempo la carretera, hasta que llevó a la Guardia Civil a no autorizar más, y como tenían muchas licencias, pues contaban también con mucho dinero, pero no se preocupaban, sin embargo, de las escuelas con la idea de que salieran niños. Aunque luego sí es verdad que cuando sale alguno, como ha sido el caso de Carlos Rodríguez, pues a ellos les gusta hacerse la foto con él, cuando no hicieron nada porque este ciclista llegara a donde ha llegado. Un ciclista necesita pruebas. En Sevilla tenemos normalmente cinco, pero es que cuatro de ellas las organiza Dos Hermanas, y no recibimos ningún tipo de ayuda por parte de la Federación. Es más, en el Velódromo de Dos Hermanas se han celebrado campeonatos de España y el presidente de la Federación Andaluza no ha aparecido por aquí, como tampoco nos ayudaron de ninguna manera. Quien sí nos ayuda siempre es el Ayuntamiento de Dos Hermanas; eso sí, mientras seamos responsables y vean que respondemos con nuestro trabajo a esa confianza”.
“En relación con el Velódromo, desde el club siempre se había demandado algo, pero la verdad es que coincidió todo a raíz de la candidatura presentada por Sevilla para los Juegos Olímpicos, ya que fue en ese momento cuando se aprovechó para hacerlo. Y la verdad es que un Velódromo como éste, cubierto y que cumpla la normativa, sólo hay cuatro en toda España. Es verdad que su uso ha tenido muchos parones, y con una Federación que no lo apoya, pero cada vez se hacen más cosas. Lo único que se mueve en ciclismo de pista en Andalucía es lo que se haga en Dos Hermanas gracias a la Delegación de Deportes, aunque tampoco puede llevarlo todo a cuesta. El año pasado, por ejemplo, se organizó aquí el Campeonato de España y la Copa de España. Y en la presente temporada, cuando llega esta época, en la que los chicos y chicas tienen menos horas por el tema de los estudios, pues los entrenamos de nuevo en el Velódromo”.
“Los carriles bicis que tenemos están muy bien para desplazarse, pero, claro, nosotros pensamos en los ciclistas y es evidente que no es el medio que necesitan”
“Dos Hermanas está haciendo mucho por el uso de la bicicleta, pero sabemos que es algo complicado, sobre todo por el tráfico que hay. Los carriles bicis que tenemos están muy bien para desplazarse, pero, claro, nosotros pensamos en los ciclistas y es evidente que no es el medio que necesitan. En este último aspecto, hasta hace poco hemos contado con la zona de Entrenúcleos, que para nosotros era un paraíso para la organización de pruebas, pero el tráfico también está aumentando cada vez más en toda esa zona, ya que cada vez se encuentra más poblada. Y cuando hablamos con la Policía Local, pues tenemos que preguntarles a dónde nos podemos ir porque cada vez quedan menos sitios”.
“Mientras tanto, y mientras pueda, yo seguiré montando en bici, aunque ya vaya más atrás, claro [se ríe]. Los compañeros, sobre todo los más jóvenes, me dicen: “Cómprate una bici eléctrica”, pero yo les digo que no, que si no puedo ir al ritmo de ellos, pues que me tendré adaptar a lo que pueda hacer con mi edad, porque yo ya no puedo compararme con uno de 30 ó 40 años. Pero a mí el cuerpo me sigue pidiendo montar enbicicleta, porque, además, es algo que me viene bien porque tengo el menisco fastidiado y la bici es lo único que me fortalece y que no me carga mucho la rodilla”.
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