Crónica con las mejores imágenes de la Romería de Valme 2024

Miles de nazarenos y devotos acompañaron a la Virgen de Valme en su Romería hasta la Ermita de Cuarto.

Dos Hermanas volvió a vivir de manera masiva y festiva su Fiesta Mayor, la Romería de Valme. Momentos previos a la Misa de Romeros tres componentes de la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme interpretaron el Ave María de Valme desde las cuatro caras de la torre campanario de Santa María Magdalena, así mismo la Banda de Música de Santa Ana comenzó sus pasacalles desde la plaza del Arenal para anunciar el inicio del día más grande para los nazarenos.

La Misa de Romeros se inició a las 6:00 horas presidida por D. Manuel Sánchez de Heredia Párroco de Santa María Magdalena y director espiritual de la Hermandad, acompañado por varios sacerdotes y acólitos hermanos de la hermandad. Toda una celebración de acción de gracias a Valme y a Dios por permitir volver a vivir un año más la Romería, el Coro de Valme acompañó con sus cantos viviéndose momentos de emoción contenida como la salve final a la Santísima Virgen.

Momentos antes de las 8:00 horas la plaza de la Constitución se llenó por completo de nazarenos y devotos entre carretas de flores de seda rizadas, caballos y bueyes dándose una de las estampas más esperadas cada año. La carreta de la Virgen de Valme se situó en la puerta de la parroquia a la espera de la subida de la Virgen. Este año la carreta iba exornada con flores de seda rizada de colores rojo y blanco siendo este el segundo año que la carreta iba con esos colores en su centenario romería.

A las 8:00 horas la Santísima Virgen de Valme era portada por los sacerdotes nazarenos desde el altar mayor hasta su carreta entre cantos del Coro de Valme y la mirada de miles de personas que aguardaban la salida de la Celestial Protectora. Para esta Romería, la Virgen de Valme lució el manto de raso marfil bordado en oro y sedas y estrenado en 2003, la toca bordada por José Antonio Grande de León en hilo de oro sobre tul (2010) y se ha empleado la jamuga de plata realizada por el orfebre Fernando Marmolejo para la coronación canónica (1973).

Como es costumbre, la Virgen y su Bendito Hijo llevaron sobre sus sienes las coronas de oro de la Coronación Canónica del 23 de junio de 1973 y labradas igualmente por Fernando Marmolejo. A sus plantas, la Rosa de la Pasión, labrada por Orfebrería Marmolejo, cedida temporalmente por el programa cofrade Cruz de Guía de Radio Sevilla. Esta distinción se concedió a las hermandades de la Archidiócesis sevillana por su apoyo y fomento al Programa de Donación de Órganos que coordina en el Colegio de Médicos de la capital hispalense el Doctor José Pérez Bernal.

La larga comitiva transcurrió por la Plaza de la Constitución, calle Santa María Magdalena y la calle Botica donde aguardaba en primer lugar un grupo de jóvenes junto al cantante Nazareno Juanlu de Castro que le cantaron a la Santísima Virgen de Valme y tras ello le ofrecieron la primera Petalá del día, que serían numerosas. Otro de los momentos musicales lo volvió a protagonizar el Coro de Valme que, desde la azotea de la peña Bética, la mítica Villa Pepita le volvió a cantar la salve y varias canciones concluyendo con otra gran petalá de manos de los más jóvenes de la Hermandad.

Se volvió a revivir la ansiada estampa de ver la carreta de la Virgen de Valme cruzar el puente del Arenal camino de la Venta de las Palmas repleta de miles de devotos sin cortes, formándose todo un río de corazones enamorados de Valme.

Pasada la Venta de las Palmas la banda de Santa Ana tocaba los himnos y despedían la comitiva oficial y se emprendía el camino hacia Barranco y Bellavista. Pasando delante del Palacio de Congresos en construcción, se pudo apreciar el cambio y modernización que se lleva a cabo en la ciudad, pero sin perder la identidad de todo un pueblo.

A pesar de las altas temperaturas este río de devotos acompañó a la Virgen de Valme por todo el recorrido marcado por el transitar por Barranco, la presentación ante la pequeña imagen de Valme de los vecinos de Casquero, el puente subterráneo, entrada en Bellavista, presentación en la Parroquia del Sagrado Corazón de Bellavista donde le cantó el coro de la Hermandad del Dulce Nombre y la esperada entrada de la Virgen de Valme al Cortijo de Cuarto.

Pasadas las 14:00 horas Santa María de Valme Coronada era depositada de nuevo en su altar de la Ermita de Cuarto y se celebraba la Santa Misa. Horas vendrían después de convivencia y alegría en los alrededores entre todos los carreteros y galeristas, así como de continuas visitas al interior de la Ermita para rezar a la Virgen y depositar velas de promesas y peticiones en la trasera de la Ermita.

A las 17:30 se rezó el Santo Rosario y tras ello la carreta de la Virgen de Valme se volvió a colocar delante de la Ermita para ser trasladada la Virgen de Valme de nuevo a ella. Se iniciaba el regreso de vuelta a Dos Hermanas, despidiéndose del recinto de Cuarto entre cantos como el del cantante Nazareno Jaime Stevez que le cantó su nuevo tema "Me voy al Valme".

Transcurría Bellavista en una comitiva más íntima donde el atardecer dio paso a la noche de silencio y oración donde el único punto de luz era la Carreta de la Virgen de Valme que guiaba a los romeros hasta su Pueblo de Dos Hermanas.

Llegada de nuevo a la Venta de las Palmas la Banda de Santa Ana volvía a esperar a la Virgen para empezar de nuevo el recorrido oficial de vuelta. Se volvía a repetir el río de gente subiendo el puente y acompañar a la Virgen hasta la Parroquia, destacando la petalá que le dedicaron en la calle Canónigo engrandeciendo de esta manera la vuelta de la Virgen de Valme.

Pasadas las 22:00 horas la Santísima Virgen era bajada de la carreta y colocada a las puertas del templo para despedir a las carretas y galeras que desfilaban delante de ella al recibir los premios antes de su vuelta al interior del templo donde aguarda las visitas de todos durante todo año.